Vacaciones culturales Maria Rejek
,.VACACIONES CULTURALES
Durante las vacaciones del pasado verano fui a
visitar La Casa Vicens, situada en el barrio de Gràcia en Barcelona. Esta torre
es considerada un pequeño oasis de estilo oriental y mudéjar cubierta con unos
inusuales ladrillos de colores verdes y blancos y con una gran historia en el interior
de la casa que contar.
Todo empezó cuando el corredor de bolsa Manel
Vicens y Montaner encargó el proyecto de construcción de su casa de veraneo a
un joven Gaudí de solo 31 años. Esta torre fue el primer edificio del famoso
arquitecto en Barcelona, la construcción de la casa duró 2 años (1883-1885) y en
ella se nota el despliegue de su gran talento.
La torre tiene 3 plantas, un jardín y una
cubierta con unas magníficas vistas del barrio de Gràcia. En un principio la
casa gozaba de un gran jardín con fuentes circulares y un mirador, más el
jardín actual es el fruto de las reducciones que la finca ha sufrido durante su
larga historia. Es interesante fijarse en la rejilla que hay en la entrada de
la torre justo delante de la entrada principal, esta fue creada en 1885 y tiene
forma de hoja de margallón. Cuando entramos en la casa lo primero que vimos fue
el vestíbulo y el comedor decorados con motivos naturales de colores llamativos
y una colección que tenía el señor Vicens de treinta-i-dos pinturas al oleo del
pintor Francesc Torrescassana i Sallès. La joya de la Casa Vicens es habitación
del fumador de estilo islámico toda de color azul eléctrico, es importante remarcar
las piezas que cubren las paredes ya que fueron hechas de papel maixé un material
muy poco usual en las construcciones.
En la segunda planta hay los dormitorios, Gaudí
quiso que el interior de la casa fuera la continuación del jardín, así que utilizó
flora y fauna para decorar el interior de la casa. Los banyos a parte de estar decorados
con bonitos ladrillos de color azul y amarillo son muy importantes por el uso
de agua corriente, lo cual demuestra el poder adquisitivo que debía tener la
familia Vicens.
Por último, sobre la habitación del fumador de
la planta baja se sitúa una pequeña sala cubierta con una espectacular cúpula que
reproduce la visión que tendríamos de ella misma si no hubiera el tejado. Se
trata de un recurso muy original que permitió conectar el interior de la casa
con el exterior.
La verdad es que me hizo una especial
ilusión visitar esta casa ya que usualmente paso por delante de ella y tenia muchísima
curiosidad por saber como era por dentro puesto que no deja indiferente
a nadie.
Aconsejo a todo el mundo que vaya
a visitar esta torre tan bonita.
Rejilla con formas florales.
Maria Rejsek
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